sábado, 14 de marzo de 2020

Un día cualquiera ¿Os animáis?

Amanecer

El despertador suena a las 07:15h. Me hago la remolona hasta las 07:30h. Me giro y acurruco junto a mi marido que duerme profundamente. Es el primer buen momento del día. Después de unos minutos le despierto aunque sé que no se va a levantar hasta que no pase media hora. Necesita su tiempo. Salgo de la cama y me voy a la habitación de la peque no sin antes saludar a los peludos que duermen una en el sofá y otro debajo de la mesa del comedor.
Me meto en la cama despacito y le doy un abrazo de esos que quitan el hipo. Así me quedo durante un rato hasta que se despierta y empezamos a darnos muchos besitos. En ese instante soy más feliz que una perdiz y desearía que el tiempo no pasara. 
Cuando se incorpora siempre está muy despeinada pero aún así está preciosa y comestible. Ella me pide brazos y ir al sofá con su mantita. 
Le llevo el desayuno y su chupito de jarabe para aumentar las defensas. Mientras ve los dibujos de Mickey Mouse se viste con mi ayuda y la consigo peinar un poco. La ropa la elegimos con tiempo porque no se suele vestir de cualquier manera, ella necesita preparar su outfit cuidadosa y meticulosamente. 
Entretanto, después de llamarlo unas tres veces, Papi se ha levanta y hace la tostada de costumbre. Yo tomo mi cuenco de leche fría con cereales, mezcla de muesli y crunchy. 
Suele pasar una media hora o cuarenta minutos hasta que por fin salimos de casa. Que si has cogido la mochila, las llaves dónde están, el móvil no lo encuentro así que llámame para saber dónde está... etc.
Dejamos a la peque y los días que nos encontramos a la directora de la escuela hablamos un rato con ella porque tenemos muy buen rollo.
A partir de aquí ya empieza la jornada laboral. Llegamos al centro y Papi se va al despacho. Yo me pongo el uniforme y voy a ver cómo desayunan l@s abuel@s. Les ayudo cuando no pueden hacerlo solos y les preparo para empezar las actividades de la mañana. Después organizo los materiales con los que trabajaremos, leo las notas que mis compañer@s dejan sobre cómo han pasado la noche y finalmente les pongo ejercicios adaptados a sus necesidades. Es importante trabajar de forma personalizada y individualizada. 
No pueden faltar las charlas con las abuelas sobre mi peque. Incluso de vez en cuando les enseño fotos o vídeos de ella. Tampoco faltan las familias preocupadas o las urgencias. Hay días en los que me encuentro casos de ansiedad o agitación que requieren de mucha constancia, empatía y escucha activa. Son auténticos retos pero por suerte suelen remitir a las pocas horas. 
Después de registrar los progresos y/o dificultades en el historial ya puedo recoger y irme a casa. Mi marido me espera en el despacho y nos vamos a casa. 
En el tiempo hasta que sale la peque de clase solemos comer, ver series o programas pendientes. También nos suele dar la ñoña y nos quedamos fritos en el sofá, por eso ponemos una alarma a las 16:30 por si acaso. 
Las ganas con las que vamos a recogerla a la guarde no son descriptibles y cuando la volvemos a abrazar después de 8 horas sin vernos nos derretimos de amor con ella. 
Los días que tiene extraescolares la llevamos y o me quedo con ella o hace la clase sola, depende de cuál toque. Si es inglés va sola y si es música me quedo para hacerla juntas.
En cualquier caso sobre las 19h empezamos con la rutina nocturna habiendo realizado con anterioridad el programa de ejercicios caseros de 10 minutos para despertar los músculos dormidos. Muchas veces la peque está jugando con sus muñecos, conmigo o con Papi mientras acabo.
Nos vamos a la ducha, hago la cena y preparo la habitación de la peque para dormir. Consiste en ponerle el difusor de esencias relajantes, encender las luces cálidas y abrirle la cama con sus muñecos preferidos. Todo un ritual. Los días que está resfriada cambiamos por esencias que despejan las vías respiratorias más una cebolla partida.
Las cenas suelen ser ligeras, sopa más un segundo que puede ser o carne o pescado. Vemos algún capítulo de dibujos del Disney Junior y pasamos a lavar los dientes. Papi se encarga de recoger platos y hacer lavavajillas mientras preparo a la peque para hacer nonas.
Una vez en la cama, leemos unos cuentos o escuchamos unas canciones y depende del día se duerme en media o una hora.
Con la peque dormida empieza la sesión golfa de los papis. Vemos películas, series o programas y lo que se encarte, siempre acompañado de una taza de leche con Nesquik y azúcar (en mi caso porque a Papi le gusta sola).
Sobre las 00:00 o 00:30 después de un abrazo, un beso, comentar un poco las jugadas del día, mirar Twitter y leer a mis compis de la comunidad del globo, nos ponemos a dormir hasta de nuevo volver al principio de la historia. 

Anochecer

Y este es un ejemplo de un día cualquiera en nuestra vida. ¿Queréis participar en vuestros blogs siguiendo la temática "un día cualquiera"?

Puede ser divertido :)

sábado, 7 de marzo de 2020

Reseña: Els Aristogats


Título: Els aristogats
Editorial: Panini Books
Precio: 6,60€
Enlace de compra online: https://www.casadellibro.com/libro-aristogats-mini-diccionari-en-imatges/9788491675006/7552775?utm_content=19438%3Fgclid%3DCj0KCQiAvc_xBRCYARIsAC5QT9mckyHbM6yrb-d6dgm9cQJq9sZWJpZnLzSTz_z1rm0x6vBCMHgb344aAiuOEALw_wcB

Uno de los cuentos favoritos de mi peque. Me hace especial ilusión porque también era el mío cuando yo tenía su misma edad. 
Esta colección de Panini Books está compuesta por los títulos clásicos de Disney. Sus dibujos son muy curiosos porque tienen apariencia de muñecos de plastilina. 
Su tamaño es pequeño, un palmo aproximadamente, son muy manejables y las hojas son de cartón. No tienen muchas páginas y tampoco mucho texto pero al final hay un ejercicio para que el o la peque responda con lo que recuerde de la historia. 

Están en catalán o en castellano y los puedes encontrar de venta online, drim, carrefour...

¡Miauu!

Los libros de mi vida

Desde bien pequeña me ha gustado la lectura. Mi abuela se encargó de enseñarme muy pronto porque lo consideraba una herramienta impresc...